Al fin los científicos pudieron demostrar lo que se había postulado por décadas: que el planeta Mercurio contiene billones de toneladas de hielo en su polo norte. Un reporte publicado en la revista Science muestra evidencia proveniente de la aeronave Messenger de que los cráteres que se encuentran constantemente en sombra albergan agua.
Un par más de artículos de Science muestran que la mayor parte del hielo se encuentra debajo de una capa de material aislante oscuro, rico en moléculas orgánicas y "volátiles". Los hallazgos podrían ayudar a explicar como esos ingredientes llegaron a la Tierra. La evidencia Messenger fue la primera aeronave en orbitar Mercurio y desde su llegada en marzo de 2011 ha enviado las mejores imágenes que los científicos han visto hasta ahora. La principal evidencia de la existencia de hielo proviene del "espectrómetro de neutrones" que posee la nave, el cual puede detectar las partículas subatómicas de neutrones mientras fluyen desde Mercurio. "Los neutrones se originan cuando los rayos cósmicos golpean un planeta", le explicó a Science Sean Solomon, principal investigador de Messenger.
"El hidrógeno es el mejor absorbente de neutrones, por eso un espectrómetro de neutrones busca rastros de hidrógeno cercanos a la superficie basándose en la disminución del flujo de neutrones provenientes del planeta", afirmó Solomon. La caída en el número de neutrones mostró vastas cantidades de hidrógeno en lugares específicos del polo del planeta consistentes con depósitos de agua. Sin embargo, mediciones posteriores realizadas con láser y buscando reflexiones mostraron que la mayor parte del hielo está cubierta por una capa de material oscuro de un grosor de decenas de centímetros. "La hipótesis es que tanto el agua como el material oscuro, el cual pensamos que es orgánicamente rico, fueron llevados a Mercurio por los mismo objetos que lo golpearon, ejemplo por algunas mezclas de cometas y asteroides ricos en materiales orgánicos y volátiles como el agua", dijo el Solomon.
Un nuevo capítulo
Solomon dijo que lo que Messenger encontró no solo revela muchos secretos acerca del planeta más cercano al sol en el Sistema Solar, sino que también pudiera arrojar luz en los otros planetas. "La sorpresa que recibimos al hacer las primeras mediciones químicas de Mercurio fue que ninguna de las teorías que existían sobre como este planeta se formó eran correctas", afirmó. "Por esto tenemos que reescribir los libros acerca de la formación de Mercurio, así como la de los planetas interiores". "El hielo en los polos solo es un capítulo reciente en está historia, pero es uno que puede ser bastante interesante".
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